Como departamento evangelístico tenemos un mensaje sencillo y claro: «Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.» (Juan 3:16)
Así pues, en obediencia a las palabras de Jesús: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura.» (Marcos 16:15) lanzamos el desafío a todos aquellos que aún no le conocen a creer en Él y recibir el perdón de sus pecados y una nueva vida en Cristo.
Si aún no le has conocido, no pierdas ni un minuto más. ¡Búscale! En esto podemos ayudarte.
– Reconoce que eres pecador.
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23
– Cree lo que la Biblia dice. Jesucristo fue crucificado por tus pecados… murió, fue sepultado, y resucitó de entre los muertos para salvarte del infierno y darte la vida eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. San Juan 3:16
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.1 Corintios 15:3-4
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:15
– Toma la decisión de recibir al Señor Jesucristo como tu Salvador personal ahora mismo.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. San Juan 1:12
– Dile en oración:
Señor Jesús, reconozco que soy pecador y que no merezco estar contigo en el cielo… pero ahora quiero cambiar la dirección de mi vida y creer en ti. Te necesito. Creo que moriste en la cruz para salvarme, y que resucitaste tal como dice la Biblia. En este momento te pido que me perdones y que me salves. Entiendo que yo mismo no puedo hacer nada para merecer tu salvación. Gracias por lo que has hecho por mí. Ayúdame ahora a obedecerte y hacer toda tu voluntad. Amén.
Si has hecho esta oración de corazón, ¡Bienvenido a la familia de Dios!
Ponte en contacto con nosotros y ven a visitarnos cuando quieras. ¡Serás siempre bienvenido/a!
Dios te bendiga.